Reporte Indigo señala al narco responsable de la muerte de Mouriño

Gerardo Fernández Noroña vs Secretario de Gobernación Gómez Mont

Ejemplo de Crónicas Periodísticas publicadas en la prensa

SELECCIÓN DE CRÓNICAS SOBRE LA CAMPAÑA DEL PRI PARA LOS COMICIOS DE GOBERNADOR DEL ESTADO DE MÉXICO EN 1999, PUBLICADAS EN EL PERIÓDICO "EL DIARIO".

Chalco, 17 de abril. Entre muchos usos, las campañas políticas tienen uno fundamental: "placear" a los candidatos, ponerlos en contacto con la gente de la calle, en un innegable baño de pueblo. Visitas de este tipo son requisitos que cumplir dentro del ritual de la campaña. Arturo Montiel se mezcló entre comerciantes y compradores del tianguis "Emiliano Zapata", en el centro de Chalco. Saludó a muchos, vio a más. Pidió votos. Escuchó peticiones y aun gritos más o menos distantes.

En Chalco, el bastión ximenista, donde dio inicio la actividad pública de la jornada, con un desayuno en el que estaba el propio senador Héctor Ximénez González. Si el por ahora presidente del Senado pretendía echar montón con la alcaldesa Martha Patricia Rivera y los diputados local Gerardo de la Riva Pinal y federal Manuel González Espinoza -parece que éste tuvo que invitar los tacos matutinos de carnitas al "pool" de prensa que cubre la campaña-, para equilibrar la mesa principal asistieron otra ex contendiente del proceso interno, Yolanda Sentíes Echeverría, y el líder del CDE, Jaime Vázquez, reaparecido con esta intermitencia en los actos del candidato, pero sólo en este encuentro, pues de inmediato regresó a Toluca en helicóptero. (Tampoco Héctor Ximénez continuará la gira).

Reunión con los dirigentes del PRI en Chalco, civilizada, con mensajes. La alcaldesa Patricia Rivera pide apoyos para su región; Gerardo de la Riva no deja de dedicar varios párrafos a la figura de Héctor Ximénez, y aunque demanda mayor equidad para la provincia del estado respecto a su capital Toluca, deja ver el sentido de la alianza con la candidatura de Montiel.

Después, el recorrido en el tianguis "Emiliano Zapata", cuyos líderes -Fernando Rojas, Marco Antonio Rodríguez, Juan Manuel Carbajal, Ramón Torres, Amelia Bocanegra- van tejiendo una historia y exigencia de mil 200 comerciantes a los que el ayuntamiento, en afán remodelador de la imagen urbana, quiere retirar del sitio en el que han estado por una década, en el mero centro de la localidad. Y no es tan fácil, porque ya han sido expulsados de municipios vecinos, como Tlalmanalco, porque ahí gobierna el PRD, pero, en Chalco, la presidenta es priista y, explican los comerciantes, los quieren sacar de ahí, a dónde podrán ir aparte de Amecameca.

¿A cuánta gente puede saludarse en este ritmo? A decenas, sin duda, aun entre los apretujones. El tianguis rodea las calles exteriores del mercado local y de la iglesia del centro. Completísimo, ayer el kilo de limones estaba a cuatro pesos, había ofertas de zapatos -usados- de a 33 pesos el par, el tomate verde se vendía a cinco pesos el kilo y el rojo a dos cincuenta.

Seguir a Montiel por entre los estrechos pasillos implica un esfuerzo, de esquivar a la gente, a los enchamarrados de "México Nuevo" que juegan, como siempre, a estorbar con ínfulas de "guardaespaldas light", o a correosos afiliados de la CROC que hacen lo mismo, estorbar.

Hay de todo en los saludos. Muchos aprovechan el segundo que el candidato pasa frente a ellos para pedirle por lo menos una gorra o una camiseta. De ida, Montiel lleva un sombrero que le acaban de regalar; él mismo pone ese sombrero en la cabeza de una comerciante que lo saluda, y entonces le enjaretan una gorra roja de la CROC, con la que terminará el recorrido. En un puesto de mariscos, bebe unos tragos de pepsi, mientras de un altavoz cercano empieza a fluir el tema de "Rocky".

En un puesto de comida, la dueña pide que no se olvide de ellos. En otro de tenis, Román, joven peinado con cola de caballo, es interrogado por el candidato acerca de los tatuajes que cubren notoriamente sus brazos. "Me preguntó que dónde me los hicieron", explica el sonriente Román. Siguiente tramo, se atestigua este diálogo entre dos señoras maduras, una de ellas que ha seguido a Montiel en varios puestos: "Tere, ¿por qué no te vienes a la grilla? -Yo no, ya lo saludé. -A la comida sí vienes, ¿no? -A la comida sí voy."

Unos pasos más, un vendedor de plata, al tránsito del candidato priista, exclama "Queremos hechos, no promesas", y cree que el candidato no lo alcanzó a oír.

Avanza, Arturo Montiel levanta en brazos a un bebé, luego a un niño un poco más crecido, que las respectivas madres le presentan.

En la sección de semillas, pregunta por un tipo especial de arroz, y en lo que le explican, le piden más playeras y gorras. Una señora le avienta confeti directo a la cara y lo abraza. Baño de pueblo, pues, en el tianguis.

Minutos después, la rápida visita a las Hijas de María, al impresionante conjunto de cuatro edificios donde esta congregación de monjas mexicanas, coreanas y filipinas, atiende a cuatro mil niños y niñas. Meritorio, entregado trabajo. Arturo Montiel pregunta si más adelante puede venir aquí su esposa, Paula Yáñez de Montiel; claro, le responden las religiosas. Es la zona oriente, Chalco, el bastión de Héctor Ximénez, que a principios de la semana se sumó a la campaña de Arturo Montiel.

Melchor Ocampo, 22 de abril. Por si alguien no lo sabía, la cantera que cubre al Palacio Nacional en la capital del país, fue extraída y trabajada en este municipio mexiquense. El dato lo aporta Arturo Montiel Rojas, y llama a que la gente de esta localidad sienta orgullo por ese hecho.

Sin embargo, esa gloria ha pasado, y el tezontle que había en la región se ha ido agotando. No es ya una fuente de actividad económica como llegó a ser. Por lo mismo, para el candidato priista a la gubernatura del Estado de México la prioridad para esta zona es la generación de empleos. Y ya no en el sector comercio o en el transporte, sino directamente en el productivo.

Aquí da mayor énfasis a su propósito, refiriéndose a una de sus invitadas a acompañarlo a lo largo de la jornada, la atractiva Carolina Salazar Ibáñez, presidenta del Consejo de Mujeres Empresarias, que se levanta frente al público y atiende el comentario del candidato priista en el sentido de que con el sector productivo se habrá de ver qué fábricas, qué maquiladoras traer a este y otros municipios de la zona conurbada, donde la transformación ha sido acelerada pero con desequilibrios, porque sin que se alcancen a perder grandes zonas agrícolas, hay núcleos habitacionales de enormes dimensiones, donde se ha dificultado la dotación de servicios públicos y generar los empleos que requiere esta creciente población.

Melchor Ocampo es un ejemplo típico de ese fenómeno. En su plaza Juárez se ubica la iglesia de San Miguel de las Canteras, esplendorosa, bella, con su frente de cantera labrada -no podía ser de otra manera-, aun el púlpito es de piedra. Luce un par de pilas bautismales, un retablo barroco dedicado al arcángel San Miguel, y hasta las brillosas y sólidas bancas de este templo construido en el siglo XVII, aunque con evidentes trabajos de mantenimiento que hablan bien de la mayordomía responsable.

Entrar a esta iglesia, no en plan del activismo político a que se ha convocado en esta campaña, sino en el de turismo político, permite platicar unos minutos con don Severo Rodríguez, que ha dedicado 63 de sus 76 años de vida a trabajar la piedra. Don Severo, que en su juventud pasó por la Academia de San Carlos, en dos meses y medio acabará una reproducción de más de un metro de altura de San Miguel Arcángel, trabajo que le encargaron porque la figura original se encuentra bastante deteriorada.

Pero ya no quedan muchos como Severo Rodríguez en este lugar que lleva el nombre de uno de los principales hombres de la Reforma, y de donde salió la cantera que cubre el Palacio Nacional.

Por ello se entiende la prioridad marcada por Arturo Montiel sobre la urgencia de crear empleos aquí.

En lo político, los públicos poco numerosos -audiencias de no mucho más de doscientas personas- recuerdan que aquí gobiernan cabildos con mayoría panista. Es obvio por el estilo de la casa, el blanco y azul desperdigado en todo tipo de letreros o señales imputables a los ayuntamientos locales, sin olvidar los gallardetes con la imagen de José Luis Durán Reveles.

Por eso, en Visitación, localidad anexa a la cabecera municipal, el dirigente del seccional José Luis Rivas se ufana de que nunca se ha perdido una casilla a lo largo de la historia, aquí siempre ha ganado el PRI... En Visitación, porque lo que es el municipio, ése sí se perdió en 1996...

Pero en 1997 inició la rectificación, había dicho minutos antes, en la cabecera de Melchor Ocampo, Héctor Guevara Ramírez, diputado federal por el VI distrito. Al también ex alcalde de Coacalco no le queda ninguna duda de que Arturo Montiel ganará la elección del 4 de julio, "porque ese camino ya lo recorrí", resume el representante popular.

Héctor Guevara sostiene que Arturo Montiel "no plantea tener un amigo en el gobierno o un gobierno amigo, como hacen otras opciones" -con lo que el legislador deja ver que está atento a la propaganda televisiva del candidato del PAN-, sino que plantea que un "gobernante debe ser el servidor de quien manda, que es el pueblo".

Por último, Cuautitlán. Dos actos programados se vuelven uno, cuando desaparece la visita a la plaza de Villas Cuautitlán y sólo se realiza el encuentro con la clase política y dirigentes del PRI municipal en su sede. Llamado a la unidad, a impedir el desarrollo urbano anárquico, compromiso de apoyar a los tianguistas para que puedan trabajar sin tantos conflictos. Fin de acto. Se sigue cerrando la pinza en esta primera etapa de campaña, acudiendo sobre todo a municipios donde el PRI es oposición.

Texcoco, 25 de abril. Manuel Angel Núñez Soto cumplió ayer 26 días como gobernador de Hidalgo y ya tuvo para inaugurar una etapa en la política mexiquense: es el primer mandatario de otra entidad federativa que acude a sumarse a la campaña de Arturo Montiel Rojas. Vendrán otros, pero esta primicia ya se le queda la hidalguense.

Singularmente, el respaldo lo ofrece en el mismo lugar -un restaurante de reminiscencias quijotescas en Texcoco- donde, el domingo anterior, estuvieron también apoyando al candidato priista el líder nacional de este partido, José Antonio González Fernández, y el gobernador César Camacho Quiroz, aunque en esta ocasión no se trata de una reunión con clase política, sino con periodistas de la región y los que cubren cotidianamente la campaña.

Núñez Soto se suma en expresión e intención a críticas que hace Arturo Montiel al gobierno del D.F., pues mientras el mexiquense pone sobre el tapete la posibilidad de que el agua de Ecatepec ya no se vaya a la capital, porque la administración perredista no ha cumplido su parte en lo tocante a la línea "B" del metro, el de Hidalgo señala circunstancias similares en el magno proyecto de tratamiento de aguas residuales en que participan las tres entidades y el gobierno federal.

Día paradójico, y no sólo por este episodio inédito de la adhesión de Núñez Soto a la campaña de Arturo Montiel: en unas cuantas horas se da uno de los mítines más vistosos -por no decir el más emotivo de todos los habidos hasta ayer-, en Ecatepec, con la Coordinadora Río de Luz que encabeza el diputado Eruviel Avila Villegas, y uno muy desangelado, en Tepexpan, localidad de Acolman donde gobierna el PRD.

Hace unos meses, Eruviel Avila fue abiertamente promotor de la candidatura de Humberto Lira Mora en el proceso de selección interna. Ayer, dio muestra de un apoyo real, de que con él está una organización visiblemente participativa y que, priista, apoya a Arturo Montiel. En el juego de cifras, podía calcularse entre dos mil 500 o tres mil miembros de Río de Luz que llenaron hasta los topes su propio centro cívico-deportivo en la colonia del mismo nombre, para expresar al modo ruidoso de los mítines políticos, de los actos masivos a la usanza tradicional, que el 4 de julio su voto será por el tricolor.

Antes, el candidato se reunió con la clase política de los siete pueblos -San Cristóbal Ecatepec, Santa Clara Coatitla, San Pedro Xalostoc, Santa María Tulpetlac, Santa María y Santo Tomás Chiconautla, Guadalupe Victoria- y sus dos rancherías -San Isidro y San Andrés de la Cañada-, que son el origen del Ecatepec moderno, el municipio con mayor población no en el estado, sino en el país entero.

Ahí en Santa Clara, perfiló Montiel Rojas su decisión de, si es gobernador, elevar al nivel de Secretaría la atención a la seguridad pública, y empezó a fustigar al D.F. por su incumplimiento en el asunto de la línea "B" del metro.

Luego del nutrido acto con Río de Luz, el candidato encabeza otro encuentro con simpatizantes en la quinta zona del municipio, donde el reclamo y compromiso principal es atender el problema del agua. De ahí, sigue Acolman. En la explanada de Tepexpan, cuando llegan Arturo Montiel y su comitiva, se ve una gran cantidad de sillas desocupadas, la gente se ve desperdigada por el sitio. A las 15:00 horas de este sábado el sol perfora los cráneos, y son breves los mensajes de Alfredo Castro Mejía, del sector popular, y del propio candidato. En Acolman el presidente municipal es Antonio Saavedra, del PRD, pero, concluyó Arturo Montiel en su mensaje, la derrota del priismo en esta localidad fue causada por su división interna.

Entre los invitados, sobresale César Fajardo de la Mora, director de Prevención y Readaptación Social del gobierno mexiquense, que en unos pocos días vio crecer su fama más allá de las fronteras del estado por la delicada labor de ser anfitrión del hermano incómodo en Almoloya de Juárez, la prisión estatal, nunca "almoloyita" como quieren mal bautizarla locutores chilangos.

Río de Luz, en Ecatepec, y Tepexpan, en Acolman, dos extremos en un mismo día, en el que cupieron el hidalguense Manuel Angel Núñez Soto, una severa crítica de Montiel al gobierno cardenista en el D.F. y el saludo del Faraón de Texcoco, Silverio Pérez, que elabora paralelismos entre la política y la fiesta brava, porque ni en una ni en otra se vale mentir al público.

Nopaltepec, 28 de abril. "En estos momentos usted va a tener que jugar de alguna manera el papel del 'hermano mayor' de los productores de tuna y de nopal de esta región", sugiere un empresario de este árido sector, que responde al nombre de René Monterrubio López. Ahora se dedica a sacar provecho de los frutos del suelo, pero no hace mucho tenía otras ocupaciones, específicamente la de estar a cargo de la Secretaría de Protección y Vialidad en la capital del país, bajo las administraciones de Manuel Camacho Solís y de Manuel Aguilera Gómez. Y antes fue también jugador de fútbol, en el Atlante.

Su propuesta de que Montiel se convierta en el big brother, bueno, en el hermano mayor de los productores de tuna y nopal, se da en medio de la serie de peticiones expuestas al candidato, en una reunión cuya escenografía se compone por esas mexicanas y simbólicas plantas, y por un mostrador circular con frascos de mermelada de tuna, en su presentación de medio kilo y un kilo 200 gramos.

Los frascos llevan en su etiqueta el reconocible made in Mexico, código de barras, y la siguiente leyenda: "Desde el 24 de mayo de 1625 en el Valle de Teotihuacán... Hoy el hombre suma el esfuerzo de los hombres, lugar de dioses, generaciones de esta región, buscaron y prepararon como fieles hombres de fe, el propósito de alimento y el nopal lo brindó, la tuna como fruto dio recetas caseras de calidad y sabor en mermeladas que han perdurado a través de varias generaciones".

De acuerdo con la receta casera que sigue el grupo agroindustrial Opuntia Village, de San Martín de las Pirámides, la mermelada tiene estos ingredientes: pulpa de tuna, sin semilla, azúcar, jugo de tuna (néctar), pectina de fruta, benzoato como conservador, ácido cítrico, amilum.

Pero ocurre como a tantas personas que logran fabricar un producto: no encuentran cómo comercializarlo, venderlo. Agustín Ortiz Franco, de Otumba, advierte que hay acaparadores e infiltrados en las filas de campesinos, que buscan comprar la producción de tuna a precios raquíticos. Nicolás Alemán Rodríguez, de Nopaltepec, pide ayuda porque cuando van a la central de abastos, son objeto de la rapiña de los agentes de tránsito, un factor adicional que perjudica la comercialización.

Rogelio Sánchez de la O, de San Martín de las Pirámides y socio de Opuntia Village, da la visión más crítica: hace un año que empezaron a producir la mermelada de tuna, y el resultado es el siguiente: tienen 45 toneladas en bodega que no puede salir al mercado; tuvieron que dar de baja a 120 trabajadores que llegaron a emplear; afrontan una deuda de 845 mil pesos ante el Banrural.

René Monterrubio explica que sólo la tuna roja o morada tiene buen mercado en Estados Unidos, hacia donde él exporta, pero que recientemente vinieron canadienses interesados en ese fruto, y pidieron tres tráilers a la semana, y no hubo capacidad local para atender esa demanda. Lo que sí hay es tuna blanca, pero para esa lo que no existen son los canales adecuados de comercialización.

Y tampoco hay acceso a los grandes supermercados, y hace falta agua para los cultivos, y es necesario que el nopal y la tuna se consideren dentro del Procampo, y se requiere que los productores pudieran fabricar ellos mismos las cajas, porque luego les suben los precios de seis a nueve pesos en plena temporada, y es un abuso, y no hay suficiente abono orgánico o inorgánico, y cuando hay, lo que no se tienen son transportes para ir por él a Tizayuca, municipio de entrada al vecino estado de Hidalgo.

Buena suma de problemas. Y ya viene la temporada grande de producción de tuna, de julio a octubre, con las lluvias.

Montiel toma nota, propone -de llegar a gobernar el estado- acciones como que el gobierno sea aval para la compra de transportes, recuerda su propósito de un intensivo programa de bordos, habla de desazolvar los jagüeyes -porque aquí llueve poco, pero llueve, y si no se prepara eso el agua terminará yéndose a Hidalgo, insiste- y de inmediato instruye a Erick Sevilla a que se ponga de acuerdo con los productores para ir mañana o pasado a Zumpango, donde están produciendo un nuevo abono orgánico, con todo y lombrices, que quizás sea útil para esta árida región.

Y habla de que pudiera buscarse el crédito para la adquisición de una bodega en la central de abastos, pero, advierte, que sea ella el único canal para la comercialización, y no que después cada cual o grupos distintos quieran tener sus bodegas separadas.

Sobre la mermelada, propone que se venda al ISSEMYM, que por sus tiendas puede ser un buen cliente, o dentro de los productos del DIFEM.

Eso en Nopaltepec. La jornada había iniciado en Temascalapa. Demandas educativas, de salud y de agua, sobre todo esto último pero para riego, que serán similares en los municipios visitados este día.

Una marcha desde el PRI municipal hasta la plaza cívica, viniendo por la calle Gustavo Baz. En una pared de la alcaldía hay una inscripción en mármol: "Siendo gobernador del estado el C. Dr. Gustavo Baz se llevó al cabo esta obra de electrificación, con la cooperación del Gobierno del Estado, la Comisión Federal de Electricidad y vecinos de este lugar. Temascalapa, Méx., octubre de 1958. El Comité de Electrificación".

Otro recuerdo: en las elecciones locales de 1990, el candidato parmista a la alcaldía fue "emplumado", es decir, oponentes priistas lo bañaron con menjurjes y lo cubrieron de plumas de ave, buscando deshonrarlo, agredirlo. En 1999, gobierna aquí el Partido Acción Nacional.

Luego el encuentro con los productores en Nopaltepec, y adelante un mitin en San Felipe Teotitlán. Anuncia Arturo Montiel la universidad de la región. Compromete gestiones para que llegue el servicio telefónico.

Después, comida masiva, popular, en un auditorio de Axapusco. La periodista y conductora de televisión Norma Meraz flanquea al candidato, luego el alcalde Tomás Pérez Aguilar, y el líder de la CNC, Isael Villa Villa, en la misma mesa...

Entre los invitados, otra gente de la pantalla chica, Belén Balmori, ejecutivos de una empresa electrónica, dirigentes de colonos en Satélite, un campeón de boliche, Mario Quintero, y Vanesa, de "Las Nenas", de nuevo.

Calurosa comida de pueblo, donde el agua de melón se sirve en cubetas de dísel y las carnitas vuelan de los platos.

Montiel retoma un modo de expresión que antes utilizó en Naucalpan, el 18 de abril, cuando en el desayuno en el parque Naucali no habló desde el podio, sino en recorridos por las mesas. Cosas de media training, supone uno. Pero aquí, en Axapusco, la percepción es otra, mientras el candidato va de un lado a otro, aprovechando el micrófono inalámbrico. Hay quienes, junto a él, se sirven agua. Expresiones humanas, se atiende a lo que dice, lo que compromete, pero se le ve con naturalidad. La gente, los niños. Montiel cierra su discurso, le aplauden. Una niña, sola, le quiere dar algo. Es un dulce de envoltura amarilla. El político recibe el obsequio. Así fue.

Naucalpan, 3 de mayo. No confundirlos, aunque se apelliden igual, porque uno es Julio Alemán, nombre de batalla del conocido galán de la pantalla y político mexicano, y el otro es Miguel Alemán Velasco, conocido empresario y también político mexicano, para más señas, veracruzano, que suena fuertemente para ser postulado como posible candidato del PRI en el año 2000, al cargo que ocupó su padre, Miguel Alemán Valdés.

Al mediodía, la presencia de Julio Alemán y Alberto Vázquez cerró con broche artístico el mitin de Arturo Montiel en la colonia Benito Juárez -casas que forman una extendida mancha gris en los cerros de la zona popular de Naucalpan, la que da votos al tricolor-, y la de Miguel Alemán, un rato después, en la comida con colonos de zonas residenciales, viene a ser el colofón de la jornada.

Alemán Velasco es el tercer gobernador que se agrega a esta inédita modalidad de apoyo de mandatarios priistas a un compañero de partido que busca sumarse, vía el voto popular, a ese nivel de la jerarquía gubernamental. Hace dos sábados vino el de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto, y ayer domingo el de Michoacán, Víctor Manuel Tinoco, en Ecatepec, y el de Veracruz, Miguel Alemán, en Naucalpan.

Y faltan, acaso Tomás Yarrington, de Tamaulipas; Patricio Martínez, de Chihuahua; Joaquín Hendricks, de Quintana Roo; René Juárez, de Guerrero, que fueron citados por Arturo Montiel como ejemplos de victoria que demostraron el reposicionamiento del PRI en esas entidades.

Claro está, Miguel Alemán Velasco tiene una condición distinta, su inclusión en la lista de precandidatos posibles del tricolor para ser postulados el próximo año en la elección de presidente de la república. Si de destapes se trata, hubo uno a su favor, el externado por Miguel Miramontes Lira, dirigente de la Unión Naucalpense de Asociaciones de Colonos, quien ayer mismo dijo que si su ilustre ex vecino es postulado, cuenta de antemano con su apoyo... y los habitantes de las zonas residenciales aplaudieron.

Por cierto, Miramontes Lira propuso también adecuar la garantía constitucional del libre tránsito, de manera que se pueda restringir el acceso a colonias como una forma de reducir el índice delictivo. Y no sólo eso: pidió se realice un estudio para ver la conveniencia de aplicar la pena de muerte a policías que traicionen la confianza de los ciudadanos, es decir, a vigilantes corruptos.

El día incluyó esos extremos. Inaugurar en la zona popular una cooperativa de consumo impulsada por el programa priista Amas de Casa, con estos precios: frijol 5.81 el kilo, a comparación de su precio comercial de 12.75; aceite, relación 4.99-10.95 entre precio de cooperativa y el comercial; arroz, 3.64 pesos; paquete de 40 gramos de pasta 2.05 contra 4.50, y azúcar, 2.50 contra 5.50. El paquete de Amas de Casa se vende en 19 pesos, contra los 41.70 que costaría en otro establecimiento comercial.

Mitin en una de tantas cuchillas de este mar de concreto. Arturo Montiel se suma a los diez mil naucalpenses que se han amparado contra el ayuntamiento que pretende cobrar más por el agua, un servicio que llega mal y contaminado. Arturo Montiel, flanqueado por Alberto Vázquez y Julio Alemán, jubilosos le levantan ambos brazos, mientras el candidato vuelve al micrófono y pregunta: "¿Quién no conoce a estos dos personajes? Alberto es un excelente amigo de su servidor como lo es Julio. Hemos tenido la oportunidad de estar en diversos eventos, yo les agradezco su solidaridad. Alberto Vázquez es un mexicano muy distinguido, al que todos respetamos y admiramos. A Julio le guardo un particular afecto, fue mi compañero diputado federal en la LV Legislatura, gracias por su asistencia."

Siguiente punto, un no muy nutrido encuentro en San Juan Totoltepec, donde el candidato anuncia una cruzada deportiva si llega a gobernador, y da otro refilón al gobierno panista de Naucalpan, criticando que esté en obra un paso a desnivel en esta área, junto al parque de Los Remedios, cuando más falta hace en 1° de Mayo y Vía Gustavo Baz, además de que aquí se perdieron muchos árboles. El mitin permite apreciar entre los invitados a secretarios del gabinete estatal -Ernesto Némer, Martha García Rivas, Rodolfo Martínez Muñoz y Guillermo Haro-, a la senadora Laura Pavón Jaramillo, al ex procurador Humberto Benítez Treviño, al abogado Juan Sánchez Sandoval, a Joaquín Rodríguez Lugo y Fernando Ordorica.

Después, la comida en el salón "Génesis", zona residencial. Contraste de tarde con el mediodía. Gente vestida de domingo, pero con evidente lujo, no demasiado. Entre ellos, Alberto Pérez Fontecha, aquel que como diputado local del PARM, alguna vez recibió una bofetada de Héctor Hernández Tello, titular de la D.G.S.P.T. en el gobierno de Mario Ramón Beteta. Una década después, Pérez Fontecha lleva un pegote de la campaña de Arturo Montiel.

Por fin, con ustedes Miguel Alemán, el de camisa roja. Ni siquiera acierta a sentarse cuando alguien empieza la entrevista y pronto es rodeado por una veintena de grabadoras, encimados los brazos sobre cabezas reporteriles, en endeble pero sostenido equilibrio, para verificar después que el gobernador veracruzano dijo que si es consulta directa a la base, con voto universal y abierto, sí participaría en la contienda interna del PRI para elegir candidato a la presidencia.

Fin de comida. Despedida tumultuosa. Miguel de Veracruz aborda un suntuoso mercedes benz color oscuro, seguido por un par de autos con escolta a bordo.

Unas horas antes, en la colonia Benito Juárez, doña Ignacia, orgullosa integrante del ballet folclórico "Hilos de pata", de mujeres de la tercera edad, cantaba frente a la cooperativa de consumo: ... en las cumbres de aquel cerro, mamá, se devisa el mundo entero, pero más bien se devisa, mamá, la lumbre del carbonero. Le voy a hacer su casita, mamá, con piedritas de hormiguero, para que viva solita, mamá, y yo con el carbonero. Por las calles voy pasando, mamá, al lado del carbonero, para que venda el carbón, ay mamá, para que me dé el dinero...

Tejupilco, 5 de mayo. El reencuentro del ilustre mexiquense con la región sur, a la espera de que en unas semanas más regrese nuevamente, pero con la condición de triunfador. La gente lo reconoció, lo vuelve a reconocer, lo rodea, le aplaude, le grita vivas, le augura -en deseo colectivo- lo mejor, la victoria, en ese sitio que sólo uno, y no dos ni tres, pueden conseguir, que no se puede compartir.

Viene de un recorrido largo, de una actividad intensa, pero aquí está, en la plaza cívica de Tejupilco, pletórica, sobre todo de mujeres bajo el manteado. Su delgada y larga figura es más que conocida aquí. Su jornada, ayer, como muchas, fue dura, de esfuerzo, de comunicación, pero, cuando se presenta ante la multitud, hace a un lado el probable cansancio y se planta bien, de frente.

Si popular es en Toluca, lo es más en su natal Tejupilco, a donde llegó -interrumpiendo su concentración en Avándaro por unas pocas horas, con el permiso del profesor Enrique Meza-, para que lo vieran en el mitin del candidato del PRI a gobernador, Arturo Montiel Rojas.

Vestido con bermudas de mezclilla y una playera blanca con el escudo de los "Diablos Rojos" al lado izquierdo, Mario Alberto Albarrán Garduño, portero del Deportivo Toluca, asiste a la toma de protesta de promotoras del voto. Discreto, se limita a acompañar al candidato, aunque inevitablemente reciba expresiones de admiración de sus paisanos, porque Mario Albarrán es uno de los poquísimos mexiquenses integrados al equipo oriundo de la capital del estado.

Su presencia en este acto político es el momento de mayor emotividad en la campaña, ayer, cuando la gente exige a Arturo Montiel se ponga la camiseta roja que el portero Albarrán le acaba de obsequiar. Sí, la multitud del sur, aunque con la distancia de dos horas de carretera que la separan de la capital, también quiere que el Toluca sea campeón del fútbol mexicano.

Hay otras cosas que también quieren los habitantes del sur. En Temascaltepec, por ejemplo, hay quienes rechazan la aplicación de la cuarta etapa del sistema Cutzamala en este municipio, en su río, y así lo dice Gumaro Benítez cuando entrega un documento al candidato en el que explica el porqué del repudio a que se lleven el agua al Valle de México, no sólo de parte de los temascaltepequenses, sino de ciudadanos de los vecinos estados de Michoacán y Guerrero. En contra de que se lleven el agua.

Arturo Montiel pretende desactivar ese viejo resquemor, y hasta en dos encuentros expone que no se iniciará ninguna obra del Cutzamala aquí, si antes la Comisión Nacional del Agua no cumple sus compromisos principales de construir el sistema de riego para San Pedro Tenayac y seis comunidades, y de entregar las concesiones por tiempo indefinido y de manera gratuita a los ejidatarios, para que puedan éstos recibir el beneficio del agua, de su agua. Sin embargo, es evidente que la idea no acaba de gustar en Temascaltepec, donde expresan mayor receptividad a las propuestas del candidato de controlar la tala de bosques o de apoyar a los artesanos, que al compromiso de hacer que la CNA le cumpla a la población.

En San Simón de Guerrero, lo que la gente quiere es, sobre todo, mejores caminos, mejores accesos, pavimentación de carreteras o su conclusión. La carencia es grande. Por ejemplo, en Temascaltepec, el propio Arturo Montiel subrayó que la carretera que conecta con Valle de Bravo está intransitable. En San Simón de Guerrero, el líder local del PRI, Ciro Vázquez Cruz, hace énfasis en esta urgencia de contar con mejores carreteras y caminos.

La propuesta que dio a conocer Arturo Montiel fue que, de ganar la elección el 4 de julio, buscaría impulsar junto con el gobierno federal una carretera que comunique a Ixtapan de la Sal con Sultepec, Tejupilco, Temascaltepec, Valle de Bravo, proyecto que, de realizarse, sería el verdadero detonador del desarrollo del sur mexiquense.

Luego de la breve estancia en San Simón de Guerrero, la toma de protesta de promotoras del voto en Tejupilco, donde, por cierto, por fin hace uso del micrófono la diputada Donalda Cardoso, más conocida por sus funciones como directora de porras en los mítines por los diversos rincones de la entidad. Estentórea, Donalda Cardoso reitera adhesiones y apoyos y seguridades sobre el resultado de la campaña de Montiel, aunque no deja de sugerir o pedir que se cree una instancia, dependencia u organismo que desde el gobierno estatal se dedique a atender la problemática de las mujeres.

Arturo Montiel pronuncia un discurso dedicado a reconocer la importancia de las mujeres dentro del actual proceso electoral. Les anuncia más espacios en el nivel partidista y en el de la administración pública, aunque pide que afronten problemas específicos como el maltrato y el abuso sexual, las situaciones de gestación y de lactancia, y la realización de programas que generen fuentes de trabajo para que la mujer pueda contribuir al gasto familiar.

En este mitin feminista-partidista brilla la figura de Mario Albarrán, el discreto joven que es portero en el Club Deportivo Toluca, en su natal Tejupilco, con el reconocimiento y la esperanza de los suyos.

Cocotitlán, 9 de mayo. El manteado es grande, pero bajo él apenas caben los asistentes al mitin de Arturo Montiel en este que es, si no el primero o el único, casi el primero y casi el único que en el país gobierna el Partido Verde Ecologista de México. Y no caben porque en tropel tuvieron que refugiarse bajo las lonas, al desatarse un tremendo aguacero, imparable por muchos minutos.

Cualquiera imaginaría que es un sabotaje de los verdes mexicanos, que danzaron presuntos bailes prehispánicos para convocar la lluvia, en aras de aguar la reunión montielista. Pero no, más bien puede ser el inicio de la añorada temporada pluvial, y esto se convierte en el preludio de una tarde de gloria dentro de la campaña, la conjunción de dos gobernadores norteños -uno muy alto y el otro no tanto- en Chalco, para expresar su certeza sobre el triunfo de Arturo Montiel el 4 de julio, como hicieron Patricio Martínez y Tomás Yarrington.

En Cocotitlán -luego de actividades en Amecameca y Tlalmanalco-, no hay trazos que lo signifiquen como municipio ecologista. Hace dos años se pensó que se iba a experimentar aquí su transformación al estar el ayuntamiento en manos de los verdes, con el alcalde Carmelo Galicia. No hay tal. Si acaso, un poco más de propaganda del PVEM a favor de José Luis Durán, pero sólo eso, y buscándole. ¿O son avances ecologistas las azuladas paletas de hielo hechas con anís, o los "diablitos" que en un raspado mezclan limón, chile piquín y tamarindo, por su sabor exótico?

Contrasta el emblemático tucán en las paredes con la suciedad de algunos sitios públicos, basura y desperdicios orgánicos, por no llamarlos más llanamente, dispersos en la plaza que separa el templo católico de estilo plateresco con un templo metodista que data de 1948, iglesias vecinas que, eso sí, denotan una vieja tolerancia religiosa en la localidad, pero de mucho antes de que surgiera el ecologismo como corriente política.

En Cocotitlán, llueve a torrentes, un rato. Zona oriente del estado. Parece la más lejana, la más alejada, la más distante. Tal los reclamos de quienes dialogan con el candidato priista en Amecameca y en Tlalmanalco, primeras etapas de la jornada. Allá, Toluca es el centro, al cual ni siquiera se puede llegar directamente, porque a fuerzas hay que atravesar el D.F.

Y no sólo es lejanía geográfica, sino política. Por ello la demanda de espacios que varios externan, como el diputado Carlos Mondragón, de estirpe ximenista, y que, según dicen, escuchó las sirenas del perredismo pero aguantó firme y no se pasó al PRD luego del resultado del proceso interno, y ahora públicamente se suma a la campaña del PRI para gobernador, con Montiel.

Ofertas del de Atlacomulco, aparte de cuestiones prácticas como atender como prioridad la escasez de agua en Amecameca: que se vuelva a instalar ahí la casa de gobierno, en la que el que espera ser gobernador priista luego del 4 de julio despache los asuntos en modo tan local e inmediato como si estuviera en la plaza de los mártires. El ejecutivo estatal -si salen bien las cuentas al priismo en julio- trabajará periódica, itinerantemente, y llegará a estas inmediaciones del Popocatépetl, el mismo coloso que con impresionante erupción sorprendió el 21 de diciembre de 1994 a Arturo Montiel, que lo sobrevolaba en helicóptero, en funciones de director general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación.

En Tlalmanalco -donde es evidente que el PRI ha tenido que aprender a ser oposición-, Bernardino Benedicto Bautista López clama: somos parte de este estado, con los mismos derechos que tienen los nacidos en Toluca, Naucalpan o Ecatepec.

Así de lejano está el oriente del Estado de México, y así las afirmaciones del candidato -luego de Amecameca, de Tlalmanalco, de Cocotitlán-, en Chalco, ante Patricio Martínez y Tomás Yarrington -mandatarios estatales de Chihuahua y Tamaulipas, respectivamente-, de que gobernará para todo el estado, de que será gobernador de seis años enteros, de que a la oposición no hay que ceder ni un milímetro y hay que darle con todo y donde sea.

En Cocotitlán cayó un pequeño diluvio de media hora. En Chalco, el sol se escurre por la multitud de priistas de la zona oriente, al final de la comida con Arturo Montiel y sus dos gobernadores invitados.

Almoloya del Río, 10 de mayo. Domingo, día del tianguis en esta cabecera, plaza fuerte para la venta de ropa, confeccionada aquí mismo, con tan buena calidad que muchas de las prendas que se ofrecen aquí, con apenas coserles una etiqueta de marca famosa, aparecen en los anaqueles de tiendas departamentales.

No sólo esa capacidad maquiladora singulariza al municipio en el que dio inicio la dominical campaña de Arturo Montiel Rojas. También las historias políticas del terruño de Jaime Vázquez Castillo -cuya oriundez resaltó el candidato, al tiempo de dar un emotivo saludo a don Job Vázquez López.

La historia se remite al actual alcalde, Juan Gómez Hernández, fabricante de ropa y único político almoloyense que ha ganado tres veces y perdido una vez la misma elección: la de renovación de la presidencia municipal de su pueblo, Almoloya del Río.

1990. Juan Gómez gana la consulta interna del PRI para ser candidato a la alcaldía. Lo apoyan, según viejas versiones, paisanos como Héctor Luna Camacho y Margarito Landa. De acuerdo con la misma referencia, no lo apoya Lauro Rendón, que en ese tiempo controlaba las convenciones del tricolor. Y entra como candidato Horacio Miraflores.

En el mismo año, en la elección constitucional, Juan Gómez gana por segunda ocasión, al frente de la planilla del "círculo blanco". La Comisión Estatal Electoral no reconoce el triunfo, se entremeten cuestiones políticas y jurídicas, se debate la dificultad de que una planilla independiente, al margen de partidos, obtenga el triunfo legal a pesar de que los ciudadanos voten por ella. Se cuestiona que para cumplir el requisito de escribir uno a uno los nombres de la planilla en la boleta electoral, Juan Gómez y su gente hayan mandado hacer pegotes que fueron colocados por sus simpatizantes en la papeleta. ¿Esos pegotes inutilizan las boletas?, se pregunta. El resultado del que era el segundo triunfo de Gómez Hernández se invalida, la CEE acuerda realizar comicios extraordinarios.

1991. En los comicios extraordinarios hay más periodistas, observadores, representantes de la autoridad electoral, del gobierno y de los partidos, que ciudadanos en el padrón de Almoloya del Río. Juan Gómez participa bajo el cobijo del PRD. Votación cantada en cuatro casillas en la calle principal. Pierde por diferencia de votos inferior a los dedos que tiene una mano.

1996. No la tercera, sino la cuarta fue la vencida. De regreso en el PRI, vuelve a ganar y entonces sí se le reconoce la victoria. Juan Gómez Hernández es el compañero de partido anfitrión de Arturo Montiel esta víspera de Día de las Madres de 1999.

Juan Gómez es el único alcalde que comparte militancia con Montiel Rojas en los tres municipios recorridos en esta jornada dominical, porque el de Texcalyacac es perredista y el de Tenango del Valle es del PAN.

Si hubieran reconocido su triunfo desde la primera ocasión, cuántos bochornos se hubiesen ahorrado. Son viejas historias del priismo al que ahora Arturo Montiel pide no caer en excesiva confianza, sino ponerse a trabajar, ante el medio centenar de días que separan la jornada de ayer con el día de la elección de gobernador. A no simular el trabajo. A trabajar.

Coacalco, 14 de mayo. Tianguis del Eje 3, en Coacalco -donde, por cierto, no existe un mercado municipal-: una señora detiene a Arturo Montiel, le expone que en una colonia vecina las patrullas hacen tres o más rondines por día, mientras que en Villa de las Flores, donde ella vive, nunca van. ¿Por qué, porque la otra es colonia nueva y Villa de las Flores no lo es?

El candidato se limita a tomarla de la mano, a modo de saludo, y le dice simplemente: "Señora, vote el 4 de julio".

Ayer, Arturo Montiel Rojas completó un total de 88 municipios -él da a conocer la cifra- donde ha estado a lo largo de prácticamente mes y medio de campaña. Es más fácil decir dónde no ha estado todavía que hacer la lista de los municipios donde ya estuvo; en algunos, está a punto de empezar la segunda vuelta, y en otros ha realizado actividades proselitistas en más de una ocasión, como este jueves, quinta estancia en Naucalpan y segunda en Coacalco.

Ayer, también, es un día consagrado al activismo político con las mujeres, aunque en ámbitos demasiado distintos y, sin embargo, reflejo de una sociedad pluriclasista. No es lo mismo reunirse con las mujeres de Ciudad Satélite que con las de Coacalco, aun cuando las diferencias entre esas zonas no sean tan abismales como las que puede haber con respecto a la zona popular del propio Naucalpan, y no digamos Chimalhuacán o Donato Guerra, por ejemplo.

Durante la comida con las madres de familia de Coacalco, cientos de ellas, Arturo Montiel hace el anuncio de que creará -en el gobierno que espera conformar si gana las elecciones del 4 de julio- la Procuraduría Social de la Mujer, destinada a orientar a este sector de la población en aspectos laborales, de capacitación, o en aspectos tan específicos como que se les paguen las pensiones alimenticias.

El pone en relieve datos como que el 95 por ciento de las mujeres viven con sus familias; que su expectativa de vida pasó de 37 años en 1930 a 74 años en 1994; que el 50 por ciento de la población femenina tiene su primer hijo a los 21 años de edad. Lo escuchan las coacalquenses, muchas de ellas bastante atractivas. Aunque es día 13, todavía es tiempo propicio para festejar el 10 de mayo, y Montiel da inicio a la rifa de una cantidad más o menos importante de regalos, hasta salas y no nada más enseres menores. Empiezan a fluir dentro de la campaña objetos de la nueva mercadotecnia política, como los tortilleros con los logos del tricolor, el apellido del de Atlacomulco.

Horas antes, el arribo al centro cívico de Ciudad Satélite, inmueble inaugurado en 1974, sancta sanctorum del conocido movimiento ciudadano naucalpense. El candidato se retrasa por el congestionamiento en el periférico. Aquí, mayoritariamente, asisten mujeres, el encuentro es con ellas.

Es bastión del panismo, desde 1982, en que se hizo un gran escándalo, se rasgaron las vestiduras del priismo nacional, porque se perdió el distrito XVIII de Naucalpan, esto es, la zona residencial, Satélite. El periodista Armando Gordillo Mandujano, por el PAN, derrotó al conocido economista del PRI Julio Zamora Batis. Desde entonces, el PRI no ve una en este distrito, aunque hayan modificado su conformación y le hayan metido algo de zona popular, sin olvidar las debacles de 1996 y 1997.

Cuántas de estas mujeres con sus caros vestidos y cuidados peinados han votado por Acción Nacional entre 1982 y 1997. Misterio. Pero Virginia Gómez Nieto de Poery, es decir, Vicky Poery, al leer una azul caligrafía, aclara: "Se menciona que el sexo femenino votará por el candidato más guapo, que sonría más bonito, como si lo que buscáramos es un míster, y como si se nos negara la capacidad de pensar y razonar que en las elecciones del 4 de julio está en juego la seguridad de nuestra vida futura y el destino del Estado de México..."

Lo escribió, lo dijo frente a sus pares, las señoras de Satélite, y advirtió que dos son los principales puntos de conflicto con el gobierno panista de Naucalpan: la inseguridad pública y el no respetar los usos del suelo, porque de repente aparece un comercio en una zona residencial, sin que se haya pedido la mínima opinión a las organizaciones de vecinos que, como se sabe, aquí son una cosa concreta, que se palpa, que actúa. Que se enoja. Que cobra facturas.

Por eso a Arturo Montiel le va bien al exponer su oferta política, caminando entre las mesas con las señoras, luego de haber desayunado teniendo el candidato a un flanco a don Antonio Mañón, el ex presidente del Club Toluca.

Hace el anuncio, Arturo Montiel, de que en su -eventual- gobierno serán mujeres una tercera parte de los funcionarios. Habla de que la deuda del gobierno -20 mil millones de pesos- es manejable, porque representa el cinco por ciento de los 400 mil millones de pesos que se facturan en el Estado de México.

Después de Satélite, siguiente punto, colonia Ahuizotla, que parece como si fuera la toluqueña Santa María de las Rosas. Viene un pronunciamiento fuerte, anticipa un compañero de prensa de la campaña.

Nada menos que la alusión directa de Arturo Montiel a oferta política, propaganda de José Luis Durán Reveles, folletos que hablan de creación de 35 mil empleos, cuando según datos del IMSS en Naucalpan se redujo en más de mil 700 el número de puestos de trabajo; que el gobierno panista ha reducido el nivel de delitos, pero no, da Arturo Montiel su versión, ha crecido en 3.3 por ciento. Que los panistas manejan tendenciosamente la información, y que la oposición sólo hace pronunciamientos oportunistas.

Todo esto ayer. Antier, es decir el miércoles -y sólo para que quede huella-, en Chimalhuacán, Guadalupe Buendía, alias "La Loba", olvidó por un rato los problemas legales y judiciales que ha enfrentado a lo largo de los últimos seis años, en conflicto con las autoridades estatales. Y ratificó su vocación priista. Convocó a sus masas de apoyo, mujeres, claro está, a votar por el candidato del PRI. "¿Por quién vamos a votar?", preguntó a sus huestes, y le respondieron: "Por Montiel". Nueva pregunta: "¿A quién vamos a llevar a votar?", y segunda respuesta: "A Montiel". Ultima aclaración de Guadalupe Buendía: "No... (epíteto): a nuestros maridos..."

Y van 88 municipios.

Tlalnepantla, 17 de mayo. ... Y Pepe Murat vino a decirles que hicieran la tarea.

A los priistas mexiquenses. En un momento de definiciones, terminada prácticamente la primera vuelta, el primer recorrido del candidato Arturo Montiel por los municipios mexiquenses, en una campaña que fue calificada como homogénea por el líder del PRI en Cuautitlán Izcalli, Oscar Moreno Granilla, quien, en nutrida exposición, recordó que la realidad política en el Estado de México es heterogénea.

Deben hacer la tarea todos ustedes -dijo Pepe Murat-, si no, no se logra la victoria electoral; lo que hagamos nosotros no lo va a hacer nadie, aseveró en su mensaje a los militantes y dirigentes del PRI en el Estado de México.

Dentro de la pasarela de gobernadores que han venido a apoyar la candidatura de Arturo Montiel, al de Oaxaca lo respalda haber llegado al cargo con 125 mil votos de diferencia sobre su más cercano perseguidor, y aun declaraciones con cierto tono espeluznante: "El primero de enero tomaron posesión los 570 nuevos presidentes municipales de Oaxaca, y por primera vez en la historia, en los últimos 50 años, no hubo heridos". ¿Qué tiene de singular? Al gobernador José Murat le encanta describir contextos: "Hace tres años hubo 24 muertos y 52 heridos; hace seis años hubo 75 muertos y otro tanto de heridos. Hace nueve años, cuando yo fui presidente del PRI en Oaxaca, hubo 175 municipios en conflicto, de los cuales hubo como consecuencia 82 muertos y casi 122 heridos".

Por eso, ufánase de que en los cuatro meses en que fue candidato, los cuatro meses que fue gobernador electo, y los cinco que lleva al frente del gobierno oaxaqueño, no ha habido muertos ni heridos, en medio "de conflictos graves de rehacer el tejido de la tierra oaxaqueña" en todos sentidos.

Porque, afirma, "la pobreza es violencia", y algo que ha afectado a Oaxaca es la persistencia de los cacicazgos, que incluyen hasta las redes de narcotraficantes, a los señores del dinero, con una fuerza tal que cuando el gobierno resuelve algún problema, los otros empeoran. Por eso su aspiración es sincera: en su gobierno, al menos sentar las bases para insertar a Oaxaca en la tesitura del desarrollo económico y social del país.

Pepe Murat pidió hacer la tarea. Sostuvo su apoyo al candidato Arturo Montiel, porque éste -dice- salió de la base militante, porque no es ni un político improvisado ni un gerente en funciones de político.

Y aun se dio el lujo de respaldar a los regidores 14 de Tlalnepantla, Cristóbal Guadarrama Zepeda, y 11 de Cuautitlán Izcalli, Oscar Moreno Granillo, por las propuestas que hicieron -sobre todo el segundo- con respecto al modo en que se ha llevado la actual campaña política de Arturo Montiel.

En un restaurante de Tlalnepantla -el mismo donde hace algunas semanas se dio la primera reunión con la clase política de este municipio-, se encontraron, este domingo, el candidato y un nuevo grupo de militantes, a los que en 27 meses quizás no se les ha tomado muy en cuenta: los síndicos y los regidores del PRI en los 49 municipios donde el tricolor es oposición. Gente que -se infiere de los discursos de los citados regidores- se ha sentido sola, en esa difícil condición de no ser gobierno, sino minoría, dentro de los cabildos mexiquenses.

Cristóbal Guadarrama, del anfitrión Tlalnepantla, habla de que esta reunión con Arturo Montiel se había buscado por largo tiempo. Algo así como 27 meses. Y asegura que han cumplido como priistas con las atribuciones que la ley les otorga en cuanto ediles.

Oscar Moreno Granillo -regidor en Cuautitlán Izcalli y líder municipal del PRI en esa ciudad- redondeará más el mensaje, criticará, propondrá. Primero, su referencia a que la campaña ha sido homogénea, pero la realidad política es heterogénea. Sentencias crudas: "No tenemos prestado el gobierno a nadie, lo perdimos". Hay que cambiar el discurso. No es lo mismo hacer trabajo proselitista en municipios gobernados por el PRI que donde este partido es oposición.

Hacen falta espectaculares, replantear la estrategia en medios de comunicación. Hay demasiado cuidado a las formas por parte del PRI, mientras la oposición utiliza visiblemente recursos públicos para apuntalar sus campañas.

Severa autocrítica: si la elección fuera en la mesa, el PRI ya ganó, porque las evaluaciones son perfectas, dice Oscar Moreno. Hay que sentarse a reflexionar, a impedir que a todos los gane la vorágine de la campaña. Se requiere más gente que trabaje y menos burocracia dedicada nada más a evaluar. Se necesita la definición de las políticas públicas que se llevarían a la práctica ya como gobierno.

Propuestas singulares: que la fiscalía del estado -se entiende, la Procuraduría de Justicia- no depende ya del ejecutivo, pues la única forma de parar a los policías corruptos es que esa función pase a los ciudadanos. Implantar el servicio civil de carrera en el estado y en sus municipios. Que la actividad política no merme la capacidad económica de los municipios. Que las contralorías no dependan ya del ejecutivo ni de los alcaldes.

Reflexiones: las elecciones no se ganan sólo con la militancia, sino con la gran cantidad de indecisos que, ahora mismo, están revisando por qué partido o candidato terminarán votando.

Vida interna: que se vote por cargo, y no por planilla, cuando venga la hora de renovar ayuntamientos.

Todo eso expresado de frente a Arturo Montiel, a José Murat, Enrique Jackson, Jaime Vázquez Castillo, y a la agrupación -aún no oficial- de síndicos y regidores priistas en gobiernos de mayoría panista o perredista.

49 municipios, recuerda Arturo Montiel en su mensaje ante los ediles, a los que dice que no han estado, no están ni estarán solos, sino que como candidato y cuando sea gobernador los apoyará en todo lo que conduzca a la unidad y cohesión partidista.

Pero -apunte de Arturo Montiel- no todo es el candidato en esta campaña: la parte más importante son las estructuras del PRI.

Testigo de lo dicho, Pepe Murat, gobernador de Oaxaca.

Tepetlixpa, 20 de mayo. Tierra de sor Juana Inés de la Cruz, aquí cerca, en algún lugar, Nepantla, pero estamos en Cuecuecuautitla, donde se toman tan literalmente las cosas, que cuando el alcalde -priista- Víctor Peña Serrano afirma "¡Este es nuestro gallo!", lo hace de bulto, pues lleva en las manos un gallo colorado, adornado con listones, y lo entrega la candidato, que lo luce al viento bajo la lona del mitin.

Metáforas aparte, la gente de Tepetlixpa demuestra sensibilidad artística, como cuando en los prolongados minutos de espera al arribo del candidato del PRI a gobernador, media docena de mujeres de la tercera edad sube al templete y se echa un par de tandas de la mercadotécnica combinación del "Todos con Montiel" y del "Uno, dos, tres", tan repetida en estos actos, pero tan efectiva, que Ricky Martin y "El Símbolo" se darían por satisfechos al ver que por interpósita estructura partidista siguen arraigados en el gusto del pueblo.

Este es el extremo más oriental del Estado de México. Un promedio de dos horas de viaje desde la capital hacia allá, como mínimo -la capital Toluca, aclaramos, no el D.F., para el cual hay que descontar una hora de camino-. Por si faltara la brújula, es cosa de mirar y descubrir, imponentes y señeros, aunque menguados de nieve, al par de míticos volcanes, el femenino contorno del Iztaccíhuatl y el permanente dolor de cabeza de "Don Goyo", el cónico Popocatépetl. Y no hay duda. Este es el oriente-oriente, el de Amecameca, o, en el itinerario de ayer, Ecatzingo, Atlautla, Ozumba, Tepetlixpa, Ayapango, Juchitepec. La zona más nerviosa del Estado de México, con sus multiplicados letreros de "Ruta de evacuación", aunque haya calles en las que fácilmente se atora un autobús, lo que obliga a rezar para que "Don Goyo" no se enoje más de lo debido, porque entonces quién sabe qué pasaría.

No es gratuito, por ejemplo, que en el mitin de Ozumba un compromiso de Arturo Montiel sea gestionar ante las autoridades competentes la ampliación a cuatro carriles de la carretera que comunica con Cuautla, porque entre semana parece vía de comunicación, pero en fin de semana es un gran estacionamiento, que requiere de dos horas para ser recorrido por la excesiva afluencia de vehículos.

Pero ni el volcán ni los caminos son el tema predominante de las demandas de la población. Agua. No hay agua. En la cima del Popocatépetl, en la del Iztaccíhuatl, a pesar de que estamos en primavera y el calor ha arreciado, hay nieves eternas. Pero los deshielos nunca son suficientes como para que hubiera agua de sobra. Es así: no hay agua.

Para alimentar a Ozumba se transporta el líquido desde Tenango del Aire, un tramo de 22 kilómetros -dato aportado por el candidato, quien pone como ejemplo a Polotitlán, en el otro extremo del estado, al norte, donde tampoco había agua, pero porfiaron tanto los geólogos que un día la encontraron, perforaron un pozo y resolvieron el problema. Hay que contratar geólogos, propone Montiel Rojas, que exploren palmo a palmo el territorio ozumbense. Escucha, con sombrero stetson a la cabeza, Enrique Riva Palacio Galicia, secretario general del CDE priista e hijo pródigo de Ozumba.

Y los señalamientos sobre esta carencia se repetirán, con sus respectivos matices pero como parte de un mismo fondo común, en los municipios visitados este miércoles.

En Atlautla, donde elogia los bosques de oyamel, ocote, cedro que abundan en la región, Montiel Rojas deplora que después de 20 o 30 años que lleva de conocer el lugar, no se hayan resuelto viejos problemas, que siguen siendo los mismos transcurrido tanto tiempo. Una llave en la plaza es el monumento con que se recuerda que el presidente Adolfo Ruiz Cortines inauguró el sistema local de agua potable. Una losa de mármol recuerda que en el gobierno de Gustavo Baz Prada se electrificó la cabecera municipal. Echele cuentas.

Volviendo al gallo de Cuecuecuautitla, municipio de Tepetlixpa: en el inframundo reporteril del camión de prensa, no nos ponemos de acuerdo sobre si tratábase de un gallo de pelea o de crianza, pues, comenta un enterado fotógrafo, no es lo mismo una y otra condición biológica-productiva. No importa. Al final todos ignoramos cuál fue el destino del ave priista. Misterio.

Nezahualcóyotl, 21 de mayo. Veloz impulso a lo largo de cuarenta o cincuenta metros, exactitud en la imperceptible transición entre el rodar por el asfalto y el roce por el triplay de la rampa, ligereza de su corta edad, de sus pocos kilos, Cerebro vuela y lanzado por sus elásticos músculos rebasa -en un corto tiempo que nadie alcanza a medir- el obstáculo, un sedán volkswagen. Tarda menos que lo que lleva leer estas líneas.

Su vuelo es breve, Cerebro cae al suelo, en esa estilizada forma de depositarse en la superficie terrena y no haber muerto en el intento, con grado de dificultad superior a la etapa del calentamiento, porque por vez primera se colocó un casco, adicional a las rodilleras y coderas con que se protege y evita descoyuntarse.

En el piso, disfruta su momento de gloria recibiendo las patadas de miembros de la banda, que lo felicitan de ese rudo modo, se lució en serio este mediodía.

Cerebro responde también al nombre de Yónatan. Tiene once años, estudia el sexto de primaria, pero, ante pregunta específica sobre avatares académicos, hace obvio con su silencio que ayer no fue a la escuela, prefirió tomar la calle con la banda que algún día encabezará. Por ahora es una figura dentro de las fuerzas infantiles, arropado por jóvenes mayores que, sin embargo, no dejan de presumir que en sus filas está Cerebro, con su sorprendente capacidad para rebotar una y otra vez en los callejeros saltos de rampa, en esta modalidad de "patinaje agresivo".

Hay que verlos, no sólo a Yónatan-Cerebro, sino a más de una docena de nezenses, en varias etapas del tránsito de niñez a adolescencia, alguno ya con rumbo a ser adulto. No calzan patines; aquí se llaman rollers, esos botines con una hilera de ruedas plásticas sobre los que parece inverosímil poder sostenerse. Ellos no sólo se sostienen, se movilizan, transportan, viajan, vuelan, frenan, caen. Una y otra vez. Formas de transcurrir y de ser. En Neza.

Se han mandado construir, a modo de rampa, una pequeña estructura de fierro y triplay, con la curva que hace posible el vuelo a quien se encarrere lo suficiente. Por caso, antes de saltar el "vocho", Cerebro remonta a las alturas de siete compañeros en fila. Nada más como calentamiento.

Yónatan destaca entre esa docena de jóvenes expertos en combatir la ley de gravedad. Quizás porque Yónatan, con su flexibilidad y pericia, porque vuela con tanta facilidad que hace ver como juego lo que es un juego, mientras que con los otros hay quien imagina que es una forma veloz e individual de matarse sin ayuda de nadie, o de estrenar férulas en las rodillas o placas metálicas en el cráneo.

Deportes del asfalto. "Patinaje agresivo", se precisa con exactitud en el documento que miembros de este grupo pretenden entregar a Arturo Montiel Rojas, candidato del PRI a gobernador, de gira ayer jueves exclusivamente por Nezahualcóyotl. Es una hoja donde exponen que no tienen sitios para practicar esta actividad. Sólo les falta poner que algún día terminarán los trabajos de construcción del cárcamo y colector de la Ampliación Villada y no podrán hacer una demostración como la de ayer, en plena calle, a un lado de la cancha de fútbol rápido donde tendrá lugar el primer mitin del día con el candidato.

La banda quiere un terreno donde hacer sus vistosos saltos, su rutina de levantarse por su propio impulso y caer y no romperse ningún hueso. Con sus rollers, su rampa, y obstáculos como una fila de siete jóvenes nezenses o un volkswagen puesto de lado.

Al mediodía llegó el candidato Montiel, pero como lo hizo por el lado contrario a donde se realizaba la exhibición, perdió el momento supremo de Cerebro. Atendió, en cambio, a madres de familia, una de las cuales, Teresa Ruiz Cruz, en el mitin habla de que hay en Nezahualcóyotl familias pobres, que no comen sino una vez al día. Por si hubiera alguna duda.

Lidia Hernández Díaz, también, como la primera, representante de una agrupación vecinal, destaca la importancia del colector y cárcamo Villada, su costo de 109 millones de pesos y el beneficio para 58 mil familias cuando se concluya. Ha sido una obra priista, subraya doña Lidia, pero también refiere el abandono que sufrieron los vecinos por parte del gobierno y del partido: "mucho tiempo nos dejaron solos".

Acá, Montiel Rojas defiende por primera vez la educación pública y hace el compromiso de fortalecerla, en sus condiciones de gratuita, obligatoria y de calidad. Expone que, de convertirse en gobernador, resolverá el rezago de espacios y la falta de mobiliario y equipo en los planteles mexiquenses.

Sigue a la calle Ciudad Universitaria, donde inaugura una cooperativa de abasto popular de las impulsadas por el programa de Amas de Casa, y más adelante, a unas cuadras del palacio municipal donde despacha Valentín González Bautista, encabeza un mitin con organizaciones del sector popular, al que dirigió antes de ser líder del PRI mexiquense.

Su discurso es más duro: califica al ayuntamiento perredista de Nezahualcóyotl de haberse caracterizado por la corrupción y que ha puesto en riesgo su legitimidad al separarse de una manera honesta de trabajo. Ha sido ineficaz y simulador, y ha sido incapaz de cumplir sus compromisos, advierte el candidato priista, quien exhorta a seguir combatiendo a falsos redentores.

Por último en esta tarde, reunión con organizaciones no gubernamentales. Anuncio de promover -en caso de ganar los comicios del 4 de julio- una ley que avance en el reconocimiento de este tipo de agrupaciones civiles. "Nada de lo humano me será ajeno", dice Montiel sobre su eventual gobierno.

Empezó la jornada con jóvenes dedicados al patinaje agresivo. En la tarde se reúne con gente de la tercera edad. Ayer jueves Arturo Montiel pernoctaría en Nezahualcóyotl.

Toluca, 13 de junio. Tuvo que entrar Elba Esther Gordillo -profesora al fin-, para moderar las ansias y prisas de los militantes, y exponer -a nombre del CEN, dijo- que el sol del mediodía también estaba calando en el presídium, pero que tomaran en cuenta el orgullo de ser doblemente mexicanos y de ser priistas. Una forma de decir aguanten vara, y en seguida, pedir el voto a favor del PRI el 4 de julio, en la hora cero de la política mexiquense.

Habló Elba Esther, la que hizo gala de sus orígenes de trabajo magisterial en Nezahualcóyotl, con énfasis y muy breve, porque no quiso arriesgarse a los chiflidos con los que minutos antes la multitud había querido obligar a los líderes campesino, Heladio Ramírez, y obrero, Leonardo Rodríguez Alcaine, a acortar sus discursos de respaldo a la candidatura de Arturo Montiel Rojas.

La imitó en la brevedad Pepe Toño, es decir, José Antonio González Fernández, líder nacional del tricolor, quien se limitó a felicitar a los asistentes por el campeonato que ganó el Toluca hace una semana; aseguró que el candidato Montiel se la jugó con los "Diablos Rojos", y auguró su triunfo. Fue más larga la posterior entrevista que concedió a los medios, en la que Gonzáles Fernández reiteró que la presencia en México de Carlos Salinas de Gortari, un priista más, no alteraba el proceso interno de selección de candidato tricolor a la presidencia.

Montiel -quien, como los toreros, habría de salir de la plaza en los hombros de un par de correligionarios-, leyó un discurso de once tarjetas -incluidos los subrayados de "frase para nota", según la versión sin cotejar que se distribuyó a la prensa-, y al final alcanzó a oír los colectivos silbidos. Sería que el calor provoca prisas entre las masas humanas.

Y ayer se trataba de organizar una gran concentración, porque los tres sectores del priismo harían patente su apoyo a la candidatura de Arturo Montiel, con todo y Pepe Toño, a 22 días de la jornada electoral. Por ello el hacinamiento de los autobuses, algunos de los cuales llevaban visible propaganda a favor de José Luis Durán, y la prolongada actuación de las muchachas de rojo, las integrantes del grupo femenil "Las Nenas", convertido en insignia de los multitudinarios actos en la plaza de la unidad de la sede del PRI mexiquense. Quizás por la trascendencia del mitin, el intento efectuado por personeros del partido para repartir pequeños sobres de color amarillo entre reporteros, buscando que éstos vieran en sus notas mayor algarabía y adhesión que las aplacadas por el sol y el tiempo de espera sobre las sillas en esta plaza.

En las filas del presídium, era obvia la intención de hacerse notar o, cuando menos, hacerse presentes en el acto multisectorial. Al amparo de los popurrís cantados por "Las Nenas", se distinguía a tempraneros secretarios del gabinete, como Guillermo Haro y Rodolfo Martínez Muñoz. El presidente de la delegación del Congreso del Trabajo, Abel Domínguez Rivero, estaba en primera fila, aceptando cortés entrevistas que lo obligaban a agacharse. Guillermina Casique Vences, todavía con el recuerdo fresco de la gira del candidato por Amatepec el viernes pasado, se ubicó en la tercera fila.

Otro dirigente obrero, Francisco García Romero, se despoja de la corbata, aunque ya no puede mandar a volar el saco. Díos los cría y ellos... son tres, en corrillo, Manuel Hinojosa Juárez, Jacob Pérez Alvarez, Marcelo Quezada, unidos por su tránsito pasado y actual por la dirigencia del SMSEM.

Antes, casi se cruzan Arturo Martínez Legorreta y Enrique Martínez Ortaflores, que llegaron caminando a la sede del PRI. Busca lugar entre las sillas del presídium el ex alcalde nezense José Lucio Ramírez Ornelas. El diputado sureño Guillermo Santín y el político toluqueño José Luis García García coinciden en la escalinata del lado de Alfredo del Mazo, la vialidad, no el ex gobernador. Poco antes del mediodía llegan el legislador de Tecámac Eduardo Bernal Martínez y el titular de la SDUOP, Alejandro Nieto Enríquez. Destacará después la figura de Juan José Guerra Abud, de la Sedeco, porque no conforme con llevar gorra de campaña, encima se pone un sombrero.

Anuncia el sonido local a una priista de Chihuahua, no dicen su nombre, pero ella, una joven de piel morena clara, habla de la experiencia priista en ese estado, de cómo remontaron el triunfo del PAN y volvieron a gobernar.

12:18, escoltado por Enrique Jackson sube al presídium Leonardo Rodríguez Alcaine, máximo jerarca de la CTM, y sigue el fluir de figuras hasta que aparece José Antonio González Fernández, conducido por Arturo Montiel Rojas. Agréganse Dulce María Sauri, Elba Esther, Heladio Ramírez López, Isael Villa, Manuel Cadena, Armando Neyra, en fin, los líderes de los sectores y otros más.

En el orden al bat, abre Jaime Vázquez Castillo, anfitrión, y le suceden los silbados Heladio Ramírez y Leonardo Rodríguez; Elba Esther, Pepe Toño -protegida la cabeza con sombrero de palma cenecista mientras espera su turno ante el micrófono-, y Arturo Montiel, con los resultados antes descritos. En el inframundo reporteril se comenta la petición formal de las coaliciones para que el IEEM organice el debate entre candidatos, la respuesta de Jaime Vázquez de que no, porque no forma parte de la estrategia de la campaña, además de que el debate se da a diario en los medios de información.

Por eso, cuando Montiel Rojas se refiere a "aquellos que ilusa y tercamente promueven la confrontación, reducen el debate a feria de ocurrencias y pirotecnia verbal", sus frases suenan a posición que oficializa algo que se ha ido convirtiendo en obviedad: no habrá, nunca habría debate, no de este lado de la geometría política mexiquense.

Por lo pronto, Arturo Montiel Rojas sale de la plaza en hombros. Como los toreros.

Atizapán de Zaragoza, 21 de junio. El neologismo suena muy rudimentario, pero también es muy gráfico para describir lo ocurrido en la explanada del palacio municipal de la tierra de Adolfo López Mateos: en el "aplausómetro" de la presentación de personalidades en el mitin de Arturo Montiel con obreros cetemistas, el ganador fue, sin lugar a dudas, el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado.

Lo malo para sus contrincantes en el proceso interno es que el fenómeno se dio casi de manera idéntica el sábado, cuando en grupo, junto con José Antonio González Fernández y Dulce María Sauri Riancho, acudieron a Tepic a solidarizarse con el candidato a gobernador Lucas Vallarta, como lo hicieron ayer con Arturo Montiel.

Y aunque hace semanas se dijo que la dinámica nacional no influiría en la campaña del PRI mexiquense, sucedió lo inevitable, que sí tuvo efecto, como esta evidencia de que a Roberto Madrazo sí le ha funcionado su estrategia de promoción -la famosa pregunta "¿Quién dice que no se puede"-, y las aparentes dudas sobre cuál será el precandidato de las preferencias del grupo político del Estado de México, enfrascado por lo pronto en la tarea de que el tricolor gane la elección del 4 de julio.

Cuando por fin aparece el autobús con los personajes priistas frente al palacio municipal sede del panista ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, se forma un remolino humano alrededor del vehículo. Se abren las puertas y comienzan a salir, entre otros, el secretario de Elecciones del CEN, Carlos F. Almada, y el delegado Enrique Jackson Ramírez, ambos sinaloenses. Después, Arturo Montiel, Leonardo Rodríguez Alcaine, José Antonio González Fernández, y por fin Manuel Bartlett Díaz, Humberto Roque Villanueva, Francisco Labastida Ochoa, Fernando Gutiérrez Barrios, y el último, Roberto Madrazo Pintado.

Muchedumbre hacia el templete. Es obvio que no se repetirá el rito del candidato que baja a sentarse con los militantes, sino que la clase política -Atizapán fue su centro ayer- se instalará en las sillas del presídium de triple fila, agregados a los que ya se dijo los senadores Heladio Ramírez y Elba Esther Gordillo, dirigentes de la CNC y CNOP, respectivamente.

El acomodo de tantos y tan ilustres es conflictivo. Nuestro fotógrafo Alejandro recibe en un brazo el golpe del podio que se cayó. Remolino de gente más o menos ordenado, controlado. De izquierda a derecha, Armando Neyra, Gutiérrez Barrios, Bartlett, Labastida, Sauri, González Fernández, Arturo Montiel, Rodríguez Alcaine, Elba Esther, Heladio Ramírez, Roberto Madrazo, Roque.

Desahogo de las presentaciones, evidencias de que el aplausómetro subió la aguja cuando fue mencionado Madrazo.

Desde la altura del templete, el tabasqueño se carcajea ostensiblemente con alguien entre el público cercano. Elba Esther manda un beso a alguien, tampoco identificado. Heladio Ramírez hace plática a Roberto Madrazo. El mitin ya inició con Rosario Mendoza, cabeza visible de la agrupación sindical "Adolfo López Mateos", aparentemente cetemista, aunque el orador señala que se firmará un convenio de adhesión con el secretario general Rodríguez Alcaine.

Críticas de Montiel al PAN y al PRD, sus adversarios en la contienda electoral. Sobresalen sus parlamentos que acaso son rectificación de su espot contra las ratas. Dice Montiel: "Justicia y derechos humanos son prioridades del gobierno democrático que vamos a encabezar juntos. Son términos que se concilian y complementan entre sí. Impartición de justicia para el afectado en un marco de respeto a los derechos humanos. Ni la justicia debe actuar por consigna, ni los derechos humanos deben ser blindaje para la impunidad. Velaremos por que las garantías individuales sean respetadas, pero también aplicaremos la ley con toda determinación y sin titubeos".

Y hubo más: "Lo que ahora quiero decirles es que esos que alzan la voz rasgándose las vestiduras son los apologistas de la violencia, son los que interceden por la delincuencia, reprimiendo al mismo tiempo a la sociedad. Son los que politizan hechos lamentables, son los que quieren sacar dividendos de la tragedia humana. Son los que quieren gobernar para el futuro, cuando en el presente no han podido sortear la responsabilidad en un municipio que han abandonado".

Y la conclusión en ese segmento del discurso montielista: "Seguridad para las personas, cárcel para los criminales, derechos humanos para todos, severidad y castigo a los que delinquen".

Un par de horas antes, ése había sido el mismo tono del discurso que pronunció ante profesionales de filiación priista, en Naucalpan, y donde se apabulló al gobierno panista local por los incidentes policíacos que la semana anterior dejaron como saldo un muerto y heridos.

Finaliza, en Atizapán, su discurso, y viene la actitud con la imagen deportiva: al centro Arturo Montiel, a sus flancos dos y dos precandidatos, manos subidas a modo de campeones de box, quieren que el mexiquense gane el 4 de julio y los cuatro quieren ganar el 7 de noviembre, y el 2 de julio del 2000, pero sólo uno de ese grupo en que hay dos ex secretarios de Gobernación, un gobernador con licencia, un ex líder nacional del partido, sólo uno de ellos lo hará.

Y la comidilla, o la pregunta comentario a cada uno de los citados: ¿Cómo ven este 2-0 en el "aplausómetro" a favor de Roberto Madrazo? Habrá que ver si no se convierte en goliza, o sólo es un elemento circunstancial, ahora en que una campaña, la de Montiel, está a una decena de días de concluir, y otra, la de los precandidatos, apenas se empieza a calentar.

Metepec, 28 de junio. Unos se rieron, otros dijeron que casi, hubo uno que, al ser inquirido sobre si este domingo se firmó el "Pacto de Metepec", prefirió salirse por la tangente y sólo afirmar ante los reporteros: "Me dio mucho gusto estar con ustedes".

Pero ya quedó la denominación, acaso en la historia futura éste se recordará como el día en que surgió entre las anécdotas políticas, el "Pacto de Metepec".

Que no es otra cosa sino una manera de denominar el resultado de una reunión a puerta cerrada de la máxima jerarquía priista con los gobernadores emanados del PRI, convocados originalmente a Toluca para asistir al cierre de la campaña de Arturo Montiel Rojas en la capital mexiquense.

Sin embargo, fue Metepec el acto con absoluta miga política, y que obligó a una larga espera, de prácticamente cinco horas, a las afueras del rancho San Luis, entre el Tecnológico de Toluca y el Conalep. Desde la carretera -o calle- sólo se veía la gran construcción de grandes ventanas, el techo con tejas, los numerosos vehículos de la clase política resguardada en ese inmueble.

No corrió aviso oficial, sino que fue un rumor entre la tropa de reporteros que los representantes de varios medios se habían dirigido a ese presunto rancho, a la comida, luego de finalizado el mitin con que cerró Montiel su campaña. Hubo que partir con ese rumbo, para descubrir que el encuentro era pri-va-dí-si-mo, y que, si los reporteros querían información, debían esperar en la calle.

Poca cosa. Metepec fue por varias horas uno de los centros neurálgicos de la política mexicana, como se vería.

Los minutos llenaron las horas. Gente de radio, televisión, prensa escrita, platicaba buscando matar el tiempo, en este aislado punto, sin tiendas cercanas, sólo algunos compraron fruta a un vendedor ambulante. Se contaban los vehículos de Tamaulipas, Sonora, Colima, que entraban al sitio y que evidentemente eran parte de las escoltas de los respectivos mandatarios.

La primera señal tangible de que adentro algo estaba ocurriendo, fue, a las 17:10 horas, la salida de Juan Sigfrido Millán, el gobernador sinaloense, a bordo de una suburban blanca con placas del D.F., manejada por él mismo, y que no quiso declarara, vaya, ni siquiera bajó la ventana, los reporteros tuvieron que hacerse a un lado. Similar conducta adoptó otro mandatario, el de Campeche, José Antonio González Curi.

Cero información, la expectativa de que los gobernadores se subieran al autobús que los trasladó de la plaza de los mártires al rancho y no hubiera declaración alguna.

Pasadas las seis de la tarde, por encima de la barda los reporteros ven cómo empiezan a salir los asistentes a la reunión. Tomás Yarrington, de Tamaulipas, el ex procurador Sergio García Ramírez, Patricio Martínez de Chihuahua, el gobernador mexiquense y anfitrión César Camacho Quiroz; Roberto Albores, de Chiapas; Elba Esther Gordillo, la profesora dirigente de la CNOP; los líderes camerales Arturo Núñez y María de los Ángeles Moreno; Víctor Cervera, gobernador de Yucatán.

Y se confirma lo que fue rumor: están los precandidatos. Bartlett, Labastida, Madrazo, Roque.

Chiflidos de la prensa para llamar la atención. En la distancia, alguno de los políticos responde al saludo. Seguidamente, pararse frente al acceso del rancho, detener al potosino Fernando Silva Nieto, primero que accede a hablar, dice que fue una reunión para fortalecer la unidad priista, que hubo diálogos entre los gobernadores y los precandidatos.

Pero atrás ya se formó la fila de lujosos vehículos, en uno de ellos Humberto Roque Villanueva, el que, desde el asiento del copiloto a bordo de su coche, bautiza a la reunión como -casi- el "Pacto de Metepec", y detrás viene Manuel Bartlett, quien, en el asiento de en medio de una suburban, por la ventanilla acepta la entrada de las grabadoras y señala que la palabra pacto se utilizó mucho en el encuentro en que los gobernadores se comprometieron a actuar con imparcialidad y equidad en el proceso interno del PRI para determinar cuál será el candidato para la elección presidencial del año 2000.

Viene García Ramírez, hay que dejarlo escapar porque a unos metros está el vehículo donde viaja Francisco Labastida Ochoa, quien, ante la llegada de los reporteros, abre la portezuela para ponerse de pie, aunque sin bajar de la camioneta, facilita el trabajo, y declara que fue un diálogo provechoso. Oye la palabra pacto, dice su "Me da mucho gusto estar con ustedes" y remite con José Antonio González Fernández, pues se acordó que el presidente del partido informaría de los detalles de la reunión.

A esas alturas, González Fernández está dando la improvisada conferencia de prensa en uno de los extremos del espacioso jardín del rancho, donde ofrece algunos pormenores. Se ríe de la idea del pacto, pero señala que se buscó intercambiar puntos de vista y que todos los asistentes -líderes de sectores del partido, integrantes de la comisión responsable del proceso interno, los gobernadores, los precandidatos-, todos, se comprometieron a procurar la unidad, pues sólo así será posible ganar la elección en el año 2000.

Y cede el uso de la palabra a Fernando Gutiérrez Barrios, titular de la citada comisión, que hablará de topes de gastos de campaña -el 6 de julio los dará a conocer- y de que no permitirá guerra sucia entre los precandidatos o contra los precandidatos. A un lado del veracruzano, dialoga González Fernández con César Camacho Quiroz y Arturo Montiel, mexiquenses, anfitriones, en esta fecha en que, sin firmar papel alguno, y más bien como un acuerdo de caballeros, se formalizó el "Pacto de Metepec".

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