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EL CANDIDATO EN LAS ELECCIONES




PROPAGANDA POLÍTICA

Por Ana Espina G. y Armando Anaya H.

Características generales del candidato.

En la mayoría de los casos el candidato es el recurso más valioso de las campañas porque solo él puede realizar algunas de las actividades, como apariciones personales, participar en debates, llevar acabo conferencias de prensa, persuadir a los votantes particularmente cuando se les conoce en persona, grabar spots propagandísticos, desarrollo de estrategias y el manejo de la campaña, en general todas las acciones que podrían realizarse por otros miembros de su equipo, pero que son desempeñadas en forma más efectiva por el candidato. El candidato es el centro de la campaña, es la razón por la cual existe, por lo tanto debe valorarse de acuerdo a sus características, ya sean físicas, intelectuales y personales (Martínez Silva: 1998; 127). Las características físicas del candidato comprenden no sólo las más obvias, como son sexo, edad, peso, etc.; sino también status marital, forma de hablar, de actuar, género, etnia, altura, rasgos físicos, salud, número de hijos, patrimonios, creencia religiosa y afiliación partidista. Estos mismos criterios se aplican a su entorno físico humano: a su esposa, a sus hijos, a sus familiares más cercanos y a su círculo de amigos. También es importante para los candidatos identificar sus debilidades, no sólo porque serán expuestas al electorado, sino porque pueden tratar de controlarlas o neutralizarlas durante la campaña e impedir que los opositores las aprovechen. Entre las debilidades personales más frecuentes se encuentran: la edad del candidato, peso, género, status, siempre en relación con las características de los competidores (Martínez Silva; 128).

Las características intelectuales, incluyen el nivel de “inteligencia” y educación, la disposición filosófica, la estabilidad mental y el proceso del pensamiento. De manera más exacta las características serian: su coeficiente intelectual, escolaridad, universidad de origen, titulo, distinciones, posición en asuntos políticos, filosofía personal, expresión verbal y pasatiempos (Martínez Silva; 131).
Estas características no son rápidamente visibles, fueron logradas a lo largo de la vida y de la conducta diaria. Dentro de este conjunto de características, algunos autores como Martínez Silva los resumen en los siguientes aspectos:

• Historia personal: son las experiencias que conforman o influyen en su carácter y valores personales y de su oponente, que va desde el lugar de nacimiento hasta los antecedentes religiosos. De alguna manera esto puede proporcionar indicios del juicio de una persona y ser un indicador de su conducta futura. Los atributos profesionales se refieren a los aspectos de la vida del candidato que tiene alguna relevancia política para los electores. Las experiencias profesionales son las pautas ofrecidas al electorado para demostrar su credibilidad, ayudan a transmitir sus “credenciales de confianza”. La debilidad política implica falta de relaciones con los partidos y con el liderazgo organizacional, renuencia a recolectar fondos para la campaña y fracaso para satisfacer las necesidades del electorado.

• Historia de negocios: se refiere a las experiencias en empleos que haya desempeñado el candidato desde su niñez hasta el presente. Se incluye la descripción de tareas y responsabilidades, así como los motivos que lo llevaron a concluir con el empleo. Estos datos pueden ser tomados como si estuvieran haciendo una “solicitud de empleo” el candidato y el oponente, y por lo tanto que los empleadores fueran el electorado. Esta historia indica la habilidad del candidato para desempeñar las tareas específicas del puesto que aspiran, en este caso la presidencia de un país.
• Historia Cívica: es la experiencia acumulada del candidato en servicios voluntarios a la comunidad. Se trata de demostrar la voluntad de servir a otros sin esperar ganancias financieras. Hay que analizar críticamente el patrón de actividades del candidato y de su oponente, para identificar las actividades indiscutiblemente realizadas de manera altruista.
Estos datos no se usan abiertamente, sino que sirven para demostrar que la aspiración al puesto es consecuencia de una conclusión. Se puede resaltar que “sólo quien conoce de cerca y se ha compadecido de los problemas puede definir soluciones” (Martínez Silva; 132).
• Emocionales: son las características asociadas con los rasgos de la conducta que ayudan a definir la personalidad y el carácter. Los sentimientos influyen y conforman las capacidades físicas e intelectuales. Son difíciles de definir e investigar, por lo que se depende de las impresiones de otros o se infieren mediante la observación. Todos experimentan emociones, de lo que se trata es de medirlas en grados relativos. Si existen diferencias significativas pueden ser importantes para la estrategia de la campaña. En algún grado limitado, el impacto de las características emocionales se aplica a la esposa del candidato. Las características emocionales sirven de pivote en la percepción que el electorado tiene del candidato, y no hay que olvidar que en política “la percepción es la realidad”. Algunas de las características mas citadas de un candidato son: afectivo, discutidor, arrogante, beligerante, calculador, preocupado, carismático, compasivo, confiable, valiente, cruel, ingenioso, defensivo, deliberador, demostrativo, dinámico, enérgico, generoso, gentil, gesticulador, feliz, heterosexual, honrado, inseguro, amable, miserable, modesto, moralista, optimista, protector, religioso, fuerte, temperamental, vano, volátil. Para este aspecto puede auxiliar la cónyuge o amigos más cercanos, o si es posible, hablando con él y observando sus reacciones; si se trata de un político con alguna trayectoria, pueden verificar sus anteriores votaciones para puestos menores así como su biografía.

Otra de las características más sobresalientes del candidato es la vocación política, dentro de la cual se incluyen tres cualidades decisivamente importantes para un político: pasión, sentido de responsabilidad y mesura. Los políticos más exitosos son los que llevan la pasión en el sentido de la positividad, de entrega apasionada a una causa. La política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, para la que se requiere pasión y mesura; sólo quien está seguro de no quebrarse cuando desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado pesimista para lo que el ofrece, solo quien es capaz de responder ante todo esto con un “sin embargo” solo un hombre construido de esta forma, es solo el quien tiene la verdadera vocación política. Finalmente una cualidad muy especial, deseable en un candidato (a la luz de las exigencias de las campañas electorales modernas, las cuales se esfuerzan por presentar a los candidatos como poseedores de las mejores virtudes que el electorado considera importantes en sus representantes) es, el liderazgo.

Importancia del Liderazgo Político.

Desde los comienzos de la civilización se ha reflexionado acerca de las virtudes de los buenos gobernantes y políticos en general, pero con la aparición de la democracia entre los pueblos, surgió la dificultad de seleccionar a los hombres para asumir el poder político mediante el voto de los ciudadanos comunes, surgieron entonces candidatos que se esforzaban por simbolizar su pureza, la cual exponían al escrutinio público. Hoy en las sociedades democráticas modernas, el problema de evaluar las virtudes de los candidatos que garanticen el mejor desempeño posible de los puestos públicos, se ha vuelto tan complejo como las propias tareas del gobierno, de modo que ahora las virtudes de un buen candidato no son necesariamente las mismas de un buen gobernante, pues la capacidad de comunicación persuasiva, determinante para el éxito de una campaña no es suficiente para el manejo competente del gobierno y administración de un país.

El liderazgo se define como “la dirección, jefatura o conducción de un partido político, de un grupo social o de otra colectividad”. “Son las cualidades de personalidad y capacidad que favorecen la guía y el control de otros individuos”. El liderazgo es “un intento de influencia interpersonal, dirigido a través del proceso de comunicación, al logro de una o varias metas” (Munich: 2003; 165). Hablar de liderazgo es referirse a un concepto polémico, cuya práctica ha sido objeto de muchas investigaciones sociales, que abarcan desde el perfil de los líderes que han desarrollado y adaptado a lo largo de la historia, hasta la identificación de los elementos o circunstancias que los generan y mantienen al frente de los grupos sociales (Munich). En la sociedad moderna, deseosa de alguien que la conduzca, el líder está obligado a ser un constante agente de cambio. Por lo que se requiere de una nueva generación de políticos - directivos, capaces de retar los procesos, inspirar una visión compartida y canalizar positivamente la inconformidad, así como de alentar a una sociedad en proceso de desarrollo. Es importante que el líder descubra su estilo, lo conozca, lo depure y comprenda ya que de no hacerlo afectaría a sus seguidores y será su estilo de liderazgo el estímulo que mueva a cada uno ante diferentes circunstancias. Liderazgo inevitablemente requiere del uso del poder para influir en los pensamientos y en las acciones de otras personas. “El poder en las manos de una persona, supone riesgos humanos: primero, el riesgo de equiparar poder con la habilidad para obtener resultados inmediatos; segundo, el riesgo de ignorar los diferentes caminos por los que se puede acumular legítimamente poder, y caer en la ilegalidad; y tercero, el riesgo de perder el control por el afán de obtener más poder”. (En red, disponible en http:www.gobernabilidad.cl/modules.php?name).

De aquí es precisamente donde surge la importancia del liderazgo, por lo tanto;
• Es importante poseer la capacidad de un jefe para guiar y dirigir.
• Es vital para la supervivencia de cualquier negocio u organización.
• Por lo contrario, muchas organizaciones con una planeación deficiente y malas técnicas de organización y control han sobrevivido debido a la presencia de un liderazgo dinámico.

Cuando una persona tiene la capacidad de movilizar o inspirar a la gente para que alcance ciertos objetivos de una manera satisfactoria para el grupo de personas al que representa, se puede decir que tiene liderazgo político. Este tipo de liderazgo, para ser efectivo, debe cumplir con varias características, las cuales son obligatorias, es decir, si no cumplen, nadie puede ser considerado un buen líder político. La primera de ellas es la honestidad; si se quiere crear un liderazgo político se debe actuar con honestidad, hablar con la verdad, no comprometerse a realizar cosas que son imposibles de realizar. En la honestidad también se incluye la corrupción y esto sucede en los Partidos Políticos, si el líder es corrupto, si no existe transparencia y cuentas claras en los Partidos Políticos, los seguidores perderán la confianza y el liderazgo se perderá, el partido se queda sin afiliados. Los planes y proyectos de ese partido se irán al canasto de la basura. Otra de las características fundamentales del liderazgo político es el ser democrático, un líder político no debería imponer, sino proponer y consultar a las bases antes de tomar una decisión. Es decir que se debe buscar el consenso. Por último, un buen líder político debe tener sólidos conocimientos generales, esto quiere decir que el líder debe estudiar de todos los temas importantes, economía, política, religiones, conocer su cultura y la de sus seguidores, estar bien informado de lo que sucede en su país y en países vecinos.

El líder es el guía de mucha gente, si éste guía no tiene conocimientos no podrá guiar a sus partidarios hacía un buen camino. Para lograr esto, es necesario leer mucho, leer los periódicos, estar informando (En red disponible en http://www.conorg.net/pa/liderazgo.htm).
De acuerdo a estos conocimientos, el electorado quedará convencido de que el candidato resolverá sus problemas, pues lo verán como un líder capaz de dar solución a sus frustraciones y peticiones; aquí es donde surge la clasificación de un candidato:
• El candidato de la estabilidad económica: ofrece más empleo, control de la inflación, control de la tasa de interés, detener la devaluación, etc.
• El candidato de la estabilidad social: ofrece más vivienda, justicia social, mayor oportunidad de progreso, etc.
• El que candidato promete a cambio: votos, convencer a sus conocidos de que voten por él, ser seguidor del pensamiento del partido (Namakforoosh: 1984; 230).

“A pesar de que los candidatos varían en cuanto a su reputación, experiencia y cualidades personales, todos los aspirantes políticos serios deben de actuar como si tuvieran los atributos necesarios para desempeñar eficazmente el puesto al que aspiran y transmitir la ilusión de que poseen las características positivas, incluso frente a sus cualidades reales poco favorables” (Martínez Silva: 1998; 136).

Los candidatos en campaña deben tener siempre la capacidad de ser o aparentar ser algo que no son, pero que aspiran a ser. Por eso, como regla general, deben tener ya en la campaña, la apariencia que adoptarán al asumir el cargo si salen victoriosos. Un candidato a presidente, debe parecer presidente, de lo contrario, carecerá de debilidad ante el electorado.

Equipo de Trabajo.

De acuerdo con la fuerza del partido en la división electoral de que se trate la afiliación partidista del candidato adquiere relevancia y puede otorgarle a largo plazo el triunfo si se trata de una división segura o condenarlo a la derrota si esta desorganizada. De ahí que su partido se convierta en un activo o en un pasivo para el candidato; el candidato puede tratar de destacar su afiliación partidista, y la tarea de la campaña debe ser reducir al mínimo las defecciones. El equipo de colaboradores del candidato es un grupo reducido de personas, con funciones diferentes pero complementarias, de preferencia con equilibrio de potenciales, es decir, jóvenes, maduros y de edad avanzada, de modo que puedan dar distintas opiniones y visiones del electorado y las circunstancias, con plena libertad e independencia del criterio. Es el estado mayor o equipo de asesoramiento con equilibrio en su composición en cuanto a edades, origen intelectual y profesional, preferentemente con conocimientos o experiencias relacionadas con las campañas y dispuestos a trabajar de tiempo completo al servicio del candidato para ganar las elecciones. Un equipo integrado por personas como las descritas constituye un recurso de incalculable valor para la campaña y, además de prestar los servicios que el candidato espera de ellos, también contribuye a la buena imagen tanto para el candidato como para la campaña (Martínez Silva: 1998; 142).

Para la propia seguridad de la campaña se requiere saber todo sobre ellos, porque en ellos puede existir cierta vulnerabilidad a los ataques de la oposición. Si existe algo escondido en la vida de alguno de ellos que pueda ser sacado a la luz pública por la oposición para atacar al candidato o minar la campaña; debe confesarse a fin de elaborar una respuesta contra posibles golpes o incluso, no incluir a esa persona dentro del primer círculo del candidato, según el riesgo que pueda presentar su proximidad pública. Esta es la razón por la que se debe conocer todo sobre las personas que rodean al candidato y forman parte de su equipo. La organización de la campaña se debe de incluir en el plan, de modo que se asegure que existirá el equipo adecuado para desarrollarla. Así se añade una breve enumeración de los principales puestos y comités en que se distribuirá la responsabilidad de la campaña. Por lo tanto la organización de una campaña se refiere al doble proceso de dividir el trabajo entre los individuos que participan en un esfuerzo cooperativo y de reintegrarlo, de modo que la participación individual contribuya racional y eficientemente al logro de un propósito en común. Se precisan todas las áreas de competencia y se definen jerarquías y relaciones formales e impersonales para que sirvan de marco de coordinación a la actualización de quienes cooperan para conseguir un objetivo y no omitan, duplique o trasladen esfuerzos. Otro instrumento a utilizar por la organización de la campaña para dar a coherencia a las acciones, es un comité de dirección en el que se integran representantes de los principales grupos activos. Este comité se reunirá frecuentemente para planear el comienzo de cada nueva fase, aprobar los programas, discutir las finanzas, para tratar problemas que surjan y servir como la base central colectiva de la campaña que se está realizando.

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