A lo largo de la historia las funciones del periodismo se han visto modificadas o superadas por diversas razones: se ha pasado de la mera y exclusiva labor de informar a las de argumentar a favor o en contra de determinada persona, causa o grupo. La actividad periodística ahora también llamada ejercicio info – mediático es una actividad profesional cuya realización afecta a los individuos de una sociedad. Cualquier mensaje periodístico lleva (oculto o no) la intención de influir en las conductas y actitudes de los individuos: presupone una ineludible dosis de subjetivismo, de intento de captar las opiniones ajenas por parte del sujeto emisor de los mensajes.
El objeto del periodismo no se agota en el decir, puesto que en él también hay interés por provocar determinados efectos en el receptor. La actividad periodística es una más de las formas del ejercicio comunicativo y su propósito puede entenderse en tres etapas:
· La búsqueda de información de interés general.
· La producción del mensaje.
· La difusión masiva del mensaje.
Según lo anterior el periodismo como actividad social no es todo aquello que aparece en un medio masivo de comunicación, se trata de una actividad informativa distinta (a la publicidad, las relaciones públicas, propaganda etc.) que se ocupa solamente de información de interés general, de actualidad, novedosa, oportuna y que se difunde masivamente.
El proceso informativo inicia con el conocimiento y el registro de la noticia, y con su interpretación.
· Manejarla (determinar su disposición)
· Valorarla (juzgarla).
En la práctica cotidiana podemos encontrar las siguientes funciones periodísticas:
INFORMAR (objetivamente)
PERSUADIR
MANIPULAR
NARRAR (crónicas)
MERCANTILIZAR
SENSIBILIZAR
EXAGERAR
DENUNCIAR
ENSEÑAR.
Algunas veces estas funciones pueden venir juntas o acompañadas unas de otras. Las intenciones de los autores también puede notarse y en otros casos sus propósitos pueden ser ocultos. En México en algún momento histórico se han cumplido todas estas.
Persuadir no significa manipular. Con frecuencia se confunde persuasión con manipulación. A decir verdad, ambas utilizan la misma técnica discursiva para operar (argumentación) sin embargo la diferencia radica en el mundo de la ética. La manipulación es el mecanismo que se apoya en la emotividad y pretende modificar la conducta del individuo a favor de los intereses que le son ajenos. La manipulación sirve a intereses de grupo (en el poder), en cambio la persuasión está al servicio del bienestar social. Busca influir en la sociedad y cambiar sus actitudes con respecto a la homosexualidad, el combate al analfabetismo o para evitar el contagio de una enfermedad.
Ahora bien. Revisemos ambos conceptos:
Persuadir es motivar a otras personas para que voluntariamente acepten nuestra forma de ver las cosas y respeten, aprecien y tengan en cuenta nuestros planteamientos. Podemos ejercer influencia en otra persona por nuestra forma de ser y actuar, pero quien influye puede hacerlo inconscientemente; en cambio, quien persuade sí pretende que se produzca el cambio de opinión en el otro y desea que quien asume sus posturas lo haga motu propio y haciendo uso de su libertad de elección. Tanto el mensaje persuasor como el mensajero deben ser moralmente correctos. Para que el mensaje tenga efecto, la fuente ha de ser creíble: quien pretende convencer debe tener autoridad moral y estar éticamente legitimado para hacerlo. Y la argumentación debe basarse en la coherencia lógica del razonamiento expuesto.
Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder. Se presenta en cualquier relación social o campo de la actividad humana, donde la parte dominante se impone a otras en virtud de que éstas carecen de control, conciencia y conocimiento sobre las condiciones de la situación en que se encuentran. Se dice que los grupos manipulan para ejercer presión sobre los individuos u otros grupos menos organizados y fuertes. Aunque la imposición de cualquier curso de acción tiene siempre consecuencias reales, lo cierto es que, dentro del campo de la interacción social manipulada, no hay manera de que las partes afectadas puedan vislumbrarlas anticipadamente, tampoco analizarlas y menos impedirlas; solo les queda afrontarlas como hechos consumados.
El objeto del periodismo no se agota en el decir, puesto que en él también hay interés por provocar determinados efectos en el receptor. La actividad periodística es una más de las formas del ejercicio comunicativo y su propósito puede entenderse en tres etapas:
· La búsqueda de información de interés general.
· La producción del mensaje.
· La difusión masiva del mensaje.
Según lo anterior el periodismo como actividad social no es todo aquello que aparece en un medio masivo de comunicación, se trata de una actividad informativa distinta (a la publicidad, las relaciones públicas, propaganda etc.) que se ocupa solamente de información de interés general, de actualidad, novedosa, oportuna y que se difunde masivamente.
El proceso informativo inicia con el conocimiento y el registro de la noticia, y con su interpretación.
· Manejarla (determinar su disposición)
· Valorarla (juzgarla).
En la práctica cotidiana podemos encontrar las siguientes funciones periodísticas:
INFORMAR (objetivamente)
PERSUADIR
MANIPULAR
NARRAR (crónicas)
MERCANTILIZAR
SENSIBILIZAR
EXAGERAR
DENUNCIAR
ENSEÑAR.
Algunas veces estas funciones pueden venir juntas o acompañadas unas de otras. Las intenciones de los autores también puede notarse y en otros casos sus propósitos pueden ser ocultos. En México en algún momento histórico se han cumplido todas estas.
Persuadir no significa manipular. Con frecuencia se confunde persuasión con manipulación. A decir verdad, ambas utilizan la misma técnica discursiva para operar (argumentación) sin embargo la diferencia radica en el mundo de la ética. La manipulación es el mecanismo que se apoya en la emotividad y pretende modificar la conducta del individuo a favor de los intereses que le son ajenos. La manipulación sirve a intereses de grupo (en el poder), en cambio la persuasión está al servicio del bienestar social. Busca influir en la sociedad y cambiar sus actitudes con respecto a la homosexualidad, el combate al analfabetismo o para evitar el contagio de una enfermedad.
Ahora bien. Revisemos ambos conceptos:
Persuadir es motivar a otras personas para que voluntariamente acepten nuestra forma de ver las cosas y respeten, aprecien y tengan en cuenta nuestros planteamientos. Podemos ejercer influencia en otra persona por nuestra forma de ser y actuar, pero quien influye puede hacerlo inconscientemente; en cambio, quien persuade sí pretende que se produzca el cambio de opinión en el otro y desea que quien asume sus posturas lo haga motu propio y haciendo uso de su libertad de elección. Tanto el mensaje persuasor como el mensajero deben ser moralmente correctos. Para que el mensaje tenga efecto, la fuente ha de ser creíble: quien pretende convencer debe tener autoridad moral y estar éticamente legitimado para hacerlo. Y la argumentación debe basarse en la coherencia lógica del razonamiento expuesto.
Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder. Se presenta en cualquier relación social o campo de la actividad humana, donde la parte dominante se impone a otras en virtud de que éstas carecen de control, conciencia y conocimiento sobre las condiciones de la situación en que se encuentran. Se dice que los grupos manipulan para ejercer presión sobre los individuos u otros grupos menos organizados y fuertes. Aunque la imposición de cualquier curso de acción tiene siempre consecuencias reales, lo cierto es que, dentro del campo de la interacción social manipulada, no hay manera de que las partes afectadas puedan vislumbrarlas anticipadamente, tampoco analizarlas y menos impedirlas; solo les queda afrontarlas como hechos consumados.
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